La Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza adquiere equipamiento de punta para desarrollar supercultivares de quinua, quihuicha y cañihua más nutritivos y resistentes a condiciones extremas.
La Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza (UNTRM), a través de su Instituto de Investigación, Innovación y Desarrollo Agropecuario y Agroindustrial (IIDAA), ha adquirido equipamiento científico de última generación que permitirá al Perú avanzar en el desarrollo de nuevas variedades de granos andinos adaptadas a escenarios climáticos extremos y con propiedades nutricionales mejoradas.
El fenómeno de El Niño en Perú en 2017 causó pérdidas de 2,100 millones de soles en agricultura. Más de 90 mil hectáreas agrícolas fueron destruidas y miles de agricultores afectados, incluyendo los dedicados a granos andinos.
El equipamiento adquirido por la UNTRM incluye un sistema de fotosíntesis LI-6800, un equipo de cromatografía líquida de alta eficiencia (HPLC) y un secuenciador genético de tercera generación basado en nanoporos. Este equipamiento ha sido financiado por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), a través de su unidad ejecutora Prociencia, y permitirá identificar qué granos andinos tienen potencial de convertirse en auténticos ‘supergranos’, resistentes al estrés climático y con mayor contenido nutricional.
“Esto permitiría identificar plantas con alto potencial para ser mejoradas y desarrolladas como nuevos cultivares, o utilizadas como progenitores en programas de cruzamiento para obtener variedades superiores. Estos nuevos cultivares podrían ser adoptados por los productores, contribuyendo a una agricultura más sostenible y generando mayores oportunidades económicas. El impacto también alcanza al consumidor, quien accedería a alimentos más seguros y con mayor valor nutricional”, señala Juan Carlos Guerrero Abad, docente investigador de la UNTRM, quien lidera este proyecto.
El Perú es la cuna de cultivos como la quinua, la quihuicha y la cañihua, y requiere el impulso a su competitividad en este mercado frente a países que ya aplican herramientas genómicas y metabolómicas para cultivar estas especies fuera de su lugar de origen. En tal sentido, el equipamiento permitirá identificar genotipos tolerantes al estrés abiótico y de alto valor nutricional, y generar conocimiento que impulse un fitomejoramiento de precisión, a través de la investigación enfocada en cómo los cambios en las condiciones ambientales extremos (como sequías, salinidad o temperaturas elevadas) afectan el comportamiento agronómico y metabólico de los cultivos andinos. El objetivo es desarrollar “supergranos” más adaptados al contexto climático actual, sin perder su extraordinaria calidad nutricional.
Además de su impacto directo en la producción agrícola, esta infraestructura científica fomentará la formación de jóvenes investigadores y fortalecerá redes de colaboración nacional e internacional en áreas de genómica, transcriptómica y metabolómica aplicadas a la agricultura andina.
Con esta iniciativa, Perú busca posicionarse como un actor relevante en la investigación genética de cultivos andinos y avanzar hacia una agricultura más resiliente, sostenible y alineada con una economía baja en carbono.