- Mediante el estudio de las características de esta especie de alto potencial productivo y su contribución al medio ambiente
Un equipo de científicos del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), viene desarrollando una tecnología que consiste en la clonación, industrialización y captura de carbono de tres especies de bambú nativo, colectados en la provincia de Moyobamba, la Selva Central y la microcuenca Manantay del Ucayali.
El Bambú es considerado como una especie versátil por sus múltiples usos y de crecimiento rápido. Se calcula a nivel mundial unas 1600 especies, de las cuales el Perú albergaría unas 60 especies distribuidas principalmente en nuestra Amazonía. Sin embargo, los bambúes amazónicos poseen propiedades que aún se desconocen, lo que dificulta su inserción y despegue comercial en el mercado local y nacional.
“El proceso de clonación consiste en tomar una parte de la planta, es decir, una rama o parte de la raíz, y mediante pruebas de ensayos de inducción de raíces, poder generar nuevas plantas”, explicó Jorge Revilla, investigador principal del proyecto.
Además, este proyecto centra su investigación en la captura de carbono, el cual es un mercado emergente para las iniciativas forestales. Es importante señalar que, la planta en un proceso natural de fotosíntesis fija carbono de la atmósfera y libera oxígeno, lo que significa una mejora en la calidad de vida de la población y una mitigación frente al cambio climático. También, es importante indicar que, según estudios preliminares refieren que una hectárea de bambú captura 40% más CO2 que una hectárea de coníferas o eucaliptos, llegando a producir cuatro veces más oxígeno que otros árboles y seis veces más celulosa que el pino. Asimismo, genera hasta 40t/ha de biomasa cada año ubicándose como una de las principales plantas en la lucha contra los efectos climáticos.
“La captura de carbono del bambú se puede comparar a la de una de las especies más desarrolladas como lo es el eucalipto. Cuando hacemos plantaciones una vez que ya logramos tener la planta clonada, estas son replicadas en cantidades suficientes para llevarlas hacia una plantación. Cada planta va tener una tasa de captura de carbono que podría llegar hasta las 50 toneladas de carbono por hectárea”, precisó Revilla.
Cabe informar que el bambú está ganando un nicho de mercado, debido a sus características de resistencia a la fricción, incluso a las actividades sísmicas. Su uso en la construcción como pisos, paredes y estructuras, lo colocan al igual que la madera como un material importante y de fácil acceso para la población Amazónica.
“Saber del bambú, conocer su densidad, su peso, entre otras características, significa saber cuán resistente va ser al medio ambiente. Nuestro proyecto ha podido encontrar densidades que van desde los 0.7 hasta 1.6 gramos por centímetros cúbicos (medición de la densidad) que lo hace un material resistente y durable, demostrando la superioridad del bambú”, puntualizó el investigador.
En este proyecto que es financiado por el Concytec con apoyo del Banco Mundial, también participa el Instituto Tecnológico de la Producción – ITP y el CITE Forestal Pucallpa quienes esperan elevar el potencial de productividad y producción del bambú, logrando se vuelva una especie promisoria para el desarrollo de cualquier tipo de propuestas que contribuyan con la reforestación.
Video: https://youtu.be/b-
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